¿Quieres descubrir cómo se preparan las mermeladas? un delicioso manjar que sirve de ingrediente para la elaboración de ricos postres, además de servir por sí solo para untar galletas, pan y otros aperitivos. Conoce cuál es el proceso de su elaboración y el aporte nutritivo presente en ellas.
¿Qué es una mermelada?
Es un conserva dulce que se obtiene al cocinar diferentes tipos de frutas enteras o troceadas en agua con azúcar hasta lograr una consistencia tipo gel, lo que se logra cuando alcanza los 65 °Brix, manteniendo un grado de acidez del 1% al igual que su contenido total de pectina.
¿Qué es la pectina?
Se trata de una sustancia neutra presente en tejidos vegetales que son empleados para dar consistencia a alimentos como la gelatina y las mermeladas.
Este componente, lógicamente, se encuentra de forma natural en algunas frutas, constituye una fibra que sirve como espesante al ser combinada con los ácidos presentes y el azúcar añadido.
¿Con qué ingredientes se pueden preparar mermeladas?
Las mermeladas pueden ser preparadas con múltiples ingredientes, las encontrarás de diferentes tipos de frutas como fresas, cerezas, durazno, albaricoques, piña, parchita, guayaba, frambuesa, kiwi y más; pero también con pimientos, tomates y productos similares.
Existen muchos tipos de mermeladas, más de las que te imaginas; siendo siempre importante aprovechar sus propiedades, siguiendo un adecuado proceso para su preparación.
¿Cómo se preparan las mermeladas?
Si bien el uso de las mermeladas nació para cubrir la necesidad del hombre en lo referente a la conservación de los alimentos; las primeras de ellas fueron realizadas de forma enlatada, mediante frutas pasadas por calor.
Luego, a su elaboración se incorporaron los diferentes edulcorantes que se fueron descubriendo, inicialmente la miel, seguida de la caña de azúcar y posteriormente la remolacha.
Para preparar una mermelada solo se necesita disponer del ingrediente que servirá de base, como por ejemplo una fruta.
Inicialmente se le retiran sus huesos o semillas, en algunos casos también la piel; se corta en trozos y se coloca en un recipiente, completamente cubierta por agua.
A esto es preciso añadir el peso de la fruta en cantidad de azúcar que será añadido al recipiente; dejando su contenido en reposo durante aproximadamente unas doce horas a fin de que brote todo el sabor de la fruta.
Cumplido este período se lleva a fuego lento para su cocción, hasta que la fruta cambie a una apariencia cristalina y se reduzca llegando a una consistencia densa.
Tal como se indicó inicialmente, es posible agregar pectina y ácidos en caso que los requiera para darle a la mezcla más firmeza y un sabor agradable al paladar.
Características de una buena mermelada
Aunado al hecho de que se pueden preparar diferentes tipos de mermeladas, todas ellas deben contar con un olor que identifique el producto mediante el cual ha sido elaborada, sabor fresco y exquisito; a lo que se le suma un llamativo color, tal como en el caso de los vinos.
Por ejemplo, las mermeladas artesanales cuentan con un alto porcentaje de fruta, aproximadamente entre el 50% y 60% de ella; lo que sin duda es superior a las elaboradas a nivel industrial.
En este sentido se trata de un alimento nutritivo repleto de vitaminas; aunque su aporte depende del tipo específico de mermelada.
Para citar un ejemplo más específico, la realizada con manzana cuenta con un valor energético entre 647 kJ – 152 kcal por cada 100 gramos.
A su vez, cuenta con grasas de las cuales las saturadas son <0,1 g y sus hidratos de carbono de 37,3 g, mientras que los azúcares están representados también por 37,3 gramos, las proteína en 1 g y la sal <0,01 g.